La participación de México en la investigación de partículas elementales en el CERN marca un hito significativo en el ámbito científico y tecnológico del país. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) han destacado el papel fundamental que juega la comunidad científica y estudiantil en este esfuerzo. Este artículo explora la relevancia de la investigación en física de altas energías y el impacto que tiene en la formación de nuevas generaciones de científicos en México.
### La Contribución Mexicana en el CERN
El CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, es conocido mundialmente por albergar el Gran Colisionador de Hadrones, un dispositivo que permite a los científicos estudiar los componentes elementales de la materia, como bosones y fermiones. En este contexto, un grupo de estudiantes de la UNAM, conocido como “Pumas in Kollision”, ha logrado un reconocimiento notable al ganar el concurso Beamline for Schools (BL4S), un evento que busca fomentar el interés por la física entre los jóvenes.
El equipo, conformado por estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria N° 6 “Antonio Caso”, fue seleccionado entre un número récord de participantes para llevar a cabo un experimento en el DESY (Sincronómetro Electrónico Alemán) en Hamburgo, Alemania. Este logro no solo resalta el talento de los jóvenes mexicanos, sino que también posiciona a México como un líder en la investigación científica en Latinoamérica, siendo el único país de la región que ha ganado este concurso en dos ocasiones, en 2021 y 2025.
La UNAM y la Secihti han expresado su orgullo por el trabajo realizado por estos estudiantes, quienes no solo representan a su institución, sino a todo un país en el ámbito internacional. La participación en el CERN no se limita a la realización de experimentos, sino que también incluye el desarrollo de tecnologías avanzadas en detectores de partículas, electrónica de adquisición de datos y software para el análisis de datos. Este enfoque integral es fundamental para el avance de la física de altas energías y la formación de profesionales altamente capacitados.
### Formación de Nuevas Generaciones de Científicos
La colaboración entre la UNAM, la Secihti y diversas instituciones educativas en México es crucial para el desarrollo de la investigación científica en el país. A través de programas de posgrado y la participación en proyectos internacionales como los del CERN, los egresados se convierten en docentes e investigadores que contribuyen a la formación de nuevas generaciones de científicos. Este ciclo de enseñanza y aprendizaje es esencial para el crecimiento de la comunidad científica en México.
Un ejemplo destacado es Laura Helena González Trueba, quien actualmente está finalizando su tesis doctoral en colaboración con el profesor emérito de la UNAM, Arturo Alejandro Menchaca Rocha. González Trueba trabaja en el detector FV0 de ALICE, un experimento que forma parte de la investigación en el CERN. Su experiencia y la de otros jóvenes investigadores son fundamentales para inspirar a futuros científicos y fomentar un ambiente de innovación y descubrimiento.
Además, la participación de instituciones como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y otras universidades, demuestra un esfuerzo conjunto por elevar el nivel de la investigación científica en el país. Esta colaboración no solo beneficia a los estudiantes, sino que también fortalece la infraestructura científica de México, permitiendo un intercambio de conocimientos y recursos que es vital para el progreso en el campo de la física.
La inversión en ciencia y tecnología es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de cualquier nación. En este sentido, el apoyo de la Secihti, que cubre las cuotas de mantenimiento y operación de la participación mexicana en experimentos internacionales, es un paso en la dirección correcta. Este tipo de iniciativas no solo promueven la investigación, sino que también generan un impacto positivo en la economía y en la sociedad en general, al formar profesionales que pueden contribuir a resolver problemas complejos y a impulsar la innovación.
La participación de México en el CERN y el reconocimiento de sus estudiantes en el ámbito internacional son un testimonio del potencial que tiene el país en el campo de la ciencia. A medida que más jóvenes se involucran en la investigación y la educación científica, se abre un mundo de posibilidades que puede transformar no solo el panorama académico, sino también el desarrollo tecnológico y social del país. La historia de “Pumas in Kollision” es solo el comienzo de un camino que promete llevar a México a nuevas alturas en el ámbito de la física de partículas y más allá.